.Coldplay. Fix You (Te confortaré)  

 

«el que quiera servirme, que me siga»

 
  

 
 
 
 
 
 
Lectura del libro de Jeremías

Ya llegan días —oráculo del Señor— en que haré con la casa de Israel y la casa de Judá una alianza nueva. No será una alianza como la que hice con sus padres, cuando los tomé de la mano para sacarlos de Egipto, pues quebrantaron mi alianza, aunque yo era su Señor —oráculo del Señor—.
Esta será la alianza que haré con ellos después de aquellos días —oráculo del Señor—: Pondré mi ley en su interior y la escribiré en sus corazones; yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo.
Ya no tendrán que enseñarse unos a otros diciendo: «Conoced al Señor», pues todos me conocerán, desde el más pequeño al mayor —oráculo del Señor—, cuando perdone su culpa y no recuerde ya sus pecados.

Jer 31,31-34

Salmo Responsorial

R. Oh, Dios, crea en mí un corazón puro.

Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado. R

Oh, Dios, crea en mí un corazón puro,

renuévame por dentro con espíritu firma.
No me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu. R

Devuélveme la alegría de tu salvación,
afiánzame con espíritu generoso.
Enseñaré a los malvados tus caminos,
los pecadores volverán a ti. R

Sl 50,3-4.12-13.14-15 (R.: 12a)

Lectura de la carta a los hebreos
Cristo, en los días de su vida mortal, a gritos y con lágrimas, presentó oraciones y súplicas al que podía salvarlo de la muerte, siendo escuchado por su piedad filial. Y, aun siendo Hijo, aprendió, sufriendo, a obedecer.
Y, llevado a la consumación, se convirtió, para todos los que lo obedecen, en autor de salvación eterna.

Heb 5,7-9

Lectura del santo Evangelio según San Juan

En aquel tiempo, entre los que habían venido a celebrar la fiesta había algunos griegos; estos, acercándose a Felipe, el de Betsaida de Galilea, le rogaban: «Señor, queremos ver a Jesús». Felipe fue a decírselo a Andrés; y Andrés y Felipe fueron a decírselo a Jesús.
Jesús les contestó: «Ha llegado la hora de que sea glorificado el Hijo del hombre. En verdad, en verdad os digo: si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto.
El que se ama a sí mismo, se pierde, y el que se aborrece a sí mismo en este mundo, se guardará para la vida eterna.
El que quiera servirme, que me siga, y donde esté yo, allí también estará mi servidor; a quien me sirva, el Padre lo honrará.
Ahora mi alma está agitada, y ¿qué diré? ¿Padre, líbrame de esta hora? Pero si por esto he venido, para esta hora: Padre, glorifica tu nombre».
Entonces vino una voz del cielo: «Lo he glorificado y volveré a glorificarlo». La gente que estaba allí y lo oyó, decía que había sido un trueno; otros decían que le había hablado un ángel. Jesús tomó la palabra y dijo: «Esta voz no ha venido por mí, sino por vosotros.
Ahora va a ser juzgado el mundo; ahora el príncipe de este mundo va a ser echado fuera. Y cuando yo sea elevado sobre la tierra, atraeré a todos hacia mí». Esto lo decía dando a entender la muerte de que iba a morir.

Jn 12,20-33

"El gra de blat, si mor, dona molt de fruit"

Ja sabem que l’evangeli és ple de paradoxes o de contradiccions segons la manera de pensar del món. Ho diu Jesús: Si el gra de blat, quan cau a terra, no mor, queda sol, però si mor, dona molt de fruit. Els qui estimen la seva pròpia vida la perden; els qui no l’estimen en aquest món, la guarden per a la vida eterna. Això és el que viu Jesús. Som a punt d’entrar en la Setmana Santa, quan celebrarem la mort de Jesús que és l’inici de la nostra salvació. És el gra de blat que mor però per donar fruit, el fruit de la salvació eterna per a tots els homes i dones del món. Vol dir això que a Jesús no li feia por morir? És evident que sí: En aquests moments em sento torbat. Què he de dir? Pare, salveu-me d’aquesta hora? Aquesta és la temptació que tindríem tots nosaltres: demanar a Déu que ens alliberi del sofriment i de la mort. Però què diu Jesús: No, és per arribar en aquesta hora que jo he vingut. Pare glorifiqueu el vostre nom. Una veu va dir del cel... ja l’he glorificat, però encara el glorificaré. Aquesta glòria passa per la mort i la resurrecció de Crist. Jesús vol ser fidel al Pare fins i tot al preu de la mort: no estima la seva pròpia vida en aquest món!
Aquesta mort de Jesús inaugura una nova aliança (de la que parla Jeremies): Posaré la meva llei en el seu interior, l’escriuré en els seus cors. Llavors jo seré el seu Déu, i ell seran el meu poble... tots em coneixeran del més petit al més gran. Gràcies a la mort de Jesús podem viure com a fills de Déu, ara serem el poble del Senyor. La mort de Crist dona un gran fruit de vida i de salvació. El mateix ens diu la carta als hebreus. Jesús demana amb grans clams i amb llàgrimes a Déu que el salvi de la mort. Déu l’escoltà... Però el resultat és que aprengué en els sofriments què és obeir i un cop consagrat sacerdot és font de salvació eterna per a tots els que se li sotmeten. Crist morint, fent la voluntat de Pare ha aconseguit la nostra salvació eterna. El camí per a la vida és la mort; el camí de la salvació és la creu. També per a nosaltres.

Mn. Jaume Pedrós

Música Sacra

Con el nombre de Música Sacra agrupamos las obras musicales cristianas que a lo largo de la historia han creado los grandes compositores para destacar la obra de Dios. Nació en Europa en la Alta Edad Media con los ritos cristianos en el ámbito de las iglesias. Los antiguos cantos medievales dieron paso a las Misas y Cantatas del Barroco.

La época dorada de la música religiosa se inicia con los cantos gregorianos, alcanzan la mayoría de edad con Johann Sebastian Bach, continúa con Mozart y finaliza con las Misas de Beethoven. Mas tarde la musica sagrada deja de tener tanta importancia en la vida social y los compositores se acuerdan de ella excepcionalmente.

Glória de Vivaldi

Réquiem de Mozart Passió segons sant Joan. Bach
El Messies de Händel I El Messies de Händel II El Messies de Händel III
La Passió segons sant Mateu I La Passió segons sant Mateu II Messa da Réquiem de Verdi


 

  

 

 
 
 
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